viernes, 9 de marzo de 2012

PISANDO CHAPULINES

Ayer la alcaldesa de Guadalupe,  Ivonne Álvarez, prácticamente fue obligada a regresar a su cargo, después que una activista de nombre Dinorah Cantú  tramitara  un amparo.
Ivonne Álvarez, fotografía de Jorge López


La mujer no pudo ocultar su molestia en el primer evento público como alcaldesa: una rueda de prensa. En ella se vio a una mujer que, más que razones, trató de justificarse a toda costa, de modo que hasta podrían calificarse como berrinches: aludió los “derechos constitucionales”, esos mismos que usaron los que boicotearon su salida del cargo, hasta hizo la alegoría con el día internacional de la mujer, pues se estaban “violentando sus derechos”.

Sin duda lo que le sucedió a la alcaldesa de Guadalupe es un arma política muy fuerte –pese a que la abogada que lo tramitó menciona que no tiene trasfondo político-, pues puede impedir las campañas políticas de adversarios, aunque también para obligar que los políticos busquen dar el salto de un lado a otro, aún sin terminar el periodo por el que fueron elegidos.

Imagen publicada en Retodiario.com Firma  alfonso.gonzalez@retodiario.com   

Creo que ha tocado a la puerta una nueva iniciativa, donde se prohíba el chapulinazo en cualquier orden de gobierno. El principal problema con esta idea, es que la tienen que aprobar los “representantes del pueblo”, esos políticos, diputados y senadores, que son los que andan saltando de un lugar a otro.
Los que detestan la política en la mayoría de sus manifestaciones pueden tener un gran sonrisa en la boca, pues podrán leer dentro de los diferentes medios electrónicos las burlas a la candidata para senadora quien, teniendo la razón o no, culpable o inocente, tendrá que estar un poco más en el puesto por el que votaron sus simpatizantes.

Por lo pronto se ha dado un gran paso y se busca seguir pisando chapulines: sigue Fernando Larrazábal.

¿Cree que sea viable prohibir el chapulinazo?