jueves, 21 de julio de 2011

A CASI UN AÑO DEL LOGRO ESPAÑOL






“Y si un torero protesta que la fiesta brava es sana, si quiere sangre la busque en los kotex de su hermana”.
Armando Jiménez
El parlamento catalán prohibió el 28 de julio del 2010 las corridas de toros en la región noreste de España a partir del 2012, una decisión considerada como un ataque a la libertad por el mundo de la tauromaquia y un paso adelante por los anti taurinos. La votación fue de 68 votos a favor, 55 en contra y 9 abstenciones. La iniciativa fue avalada por 180 mil firmas que habían sido presentadas desde julio del 2009 por los opositores.
Eso de la fiesta taurina bien podría ser el peor deporte que existe. ¿Se le puede llamar así? Pues al menos aparece en tal sección del periódico, pero no creo que se ejercite algo más que la estupidez. Usan trajes ridículos: unos pantalones pegados que bien podrían pasar por homosexuales (y dudo mucho que ellos los usen), unos chalecos que les quedan muy cortos y, para rematar, llenos de lentejuelas (dicen que por eso se llama “traje de luces”)
Salen, pues, los hombrecitos al ruedo. Según ellos son personas valientes (por favor) porque se enfrentan a toros bravos, pero débiles. El entretenimiento del público es ver a un baboso encajándole cosas al toro en el lomo, todo un “espectáculo” de violencia.
Sin embargo, algunos analistas consideran esta iniciativa como una “provocación política” y es una muestra de “la profunda crisis nacional que vive España”.
El hecho de que pudiera considerarse un reto para opositores como el Partido Popular, no debería olvidarse que, curiosamente, se impuso la voluntad del pueblo, avalada con las firmas que las organizaciones consiguieron. Los aficionados a la tauromaquia aseveran que es un golpe directo a la cultura del país español, ¿acaso la crueldad animal es parte de la “cultura” española? ¿Cómo es posible considerar un arte la exhibición de un asesinato?
Hace muchos años, en México había un anuncio publicitario de un partido político dónde lanzaban una pregunta muy interesante: “¿matar… por diversión”?
¿Cuánto tiempo tendrá que pasar para que iniciativas así se tomen con seriedad en México? En lo personal creo que es una estupidez que una de las estaciones del metro en Monterrey haya cambiado su nombre de “Palacio Federal” a “Eloy Cavazos” solo por ser el idiota que más corridas a toreado en un día.

Esperemos que esta clase de notas internacionales vayan formando eco en México, para cambiar las actividades “culturales” que aún promueven algunos sectores de la población.
¿En realidad sirven o se ejecutan las supuestas marchas que se publican en redes como Facebook?
“Un juez pidió arrastre lento, un premio más pa´l torero, que lo arrastren a ese güey, de los huevos al culero”.
Armando Jiménez