“Y si un torero protesta que la fiesta brava es sana, si quiere sangre la busque en los kotex de su hermana”.
Armando Jiménez
Armando Jiménez
El parlamento catalán prohibió el 28 de julio del 2010 las corridas de toros en la región noreste de España a partir del 2012, una decisión considerada como un ataque a la libertad por el mundo de la tauromaquia y un paso adelante por los anti taurinos. La votación fue de 68 votos a favor, 55 en contra y 9 abstenciones. La iniciativa fue avalada por 180 mil firmas que habían sido presentadas desde julio del 2009 por los opositores.
Eso de la fiesta taurina bien podría ser el peor deporte que existe. ¿Se le puede llamar así? Pues al menos aparece en tal sección del periódico, pero no creo que se ejercite algo más que la estupidez. Usan trajes ridículos: unos pantalones pegados que bien podrían pasar por homosexuales (y dudo mucho que ellos los usen), unos chalecos que les quedan muy cortos y, para rematar, llenos de lentejuelas (dicen que por eso se llama “traje de luces”)
Salen, pues, los hombrecitos al ruedo. Según ellos son personas valientes (por favor) porque se enfrentan a toros bravos, pero débiles. El entretenimiento del público es ver a un baboso encajándole cosas al toro en el lomo, todo un “espectáculo” de violencia.
Sin embargo, algunos analistas consideran esta iniciativa como una “provocación política” y es una muestra de “la profunda crisis nacional que vive España”.
El hecho de que pudiera considerarse un reto para opositores como el Partido Popular, no debería olvidarse que, curiosamente, se impuso la voluntad del pueblo, avalada con las firmas que las organizaciones consiguieron. Los aficionados a la tauromaquia aseveran que es un golpe directo a la cultura del país español, ¿acaso la crueldad animal es parte de la “cultura” española? ¿Cómo es posible considerar un arte la exhibición de un asesinato?
Hace muchos años, en México había un anuncio publicitario de un partido político dónde lanzaban una pregunta muy interesante: “¿matar… por diversión”?
¿Cuánto tiempo tendrá que pasar para que iniciativas así se tomen con seriedad en México? En lo personal creo que es una estupidez que una de las estaciones del metro en Monterrey haya cambiado su nombre de “Palacio Federal” a “Eloy Cavazos” solo por ser el idiota que más corridas a toreado en un día.
Esperemos que esta clase de notas internacionales vayan formando eco en México, para cambiar las actividades “culturales” que aún promueven algunos sectores de la población.
¿En realidad sirven o se ejecutan las supuestas marchas que se publican en redes como Facebook?
“Un juez pidió arrastre lento, un premio más pa´l torero, que lo arrastren a ese güey, de los huevos al culero”.
Armando Jiménez
Armando Jiménez
Tengo que decir por principio de cuentas que me gusta la fiesta brava y a pesar de que por una u otra circunstancia nunca he podido asistir a una corrida, he de confesar que me gusta y en muchas ocasiones me he sentido emocionado de ver las corridas por televisión y en algunas raras ocasiones me he sentido conmovido.
ResponderEliminarPero no trataré de explicar la emoción y mucho menos trataré de convencer a alguien de que las corridas de toros son un deporte, o un arte, o siquiera un espectáculo moralmente correcto.
Me gustan los toros y sé que por lo mismo soy un salvaje, y de lo cruel y primitivo que soy será mejor que hable un psicólogo o psiquiatra.
Sí carajo siento emoción de ver a las dos bestias en medio del ruedo y lo demás… la sangre, las cornadas la crueldad y lo enfermo que uno tiene que estar para encontrar placer o gusto en tal escena no lo puedo explicar.
Lamento no tener una explicación clara y sobre todo moralmente valida para el hecho de que me gusten los toros.
Te dejo este comentario no por querer defender una causa que de antemano acepto esta perdida, y te lo digo de nuevo, aquellos a los que nos gustan los toros somos al menos tontos y primitivos.
Dejo este comentario por que la entrada en tu blog es bastante mediocre y como la tuya se han puesto de “moda” muchas.
Déjame explicarlo.
Quisiera de entrada no meterme con tus citas de Armando Jiménez, pero ya lo hice… y si esa es tu figura de autoridad aguas cuando te mencionen a Ernest Hemingway.
“Usan trajes ridículos: unos pantalones pegados que bien podrían pasar por homosexuales” caray creo que las comillas sobre tu comentario hablan por si mismas, incorrectísimo matar toros como usar ropa que pudiera pasar por homosexual.
Juzgas a personas como hombresitos y te desgarras las ropas en indignación por el hecho de que una estación del metro de monterrey lleve el nombre del idiota que más corridas ha tenido en un día.
180,000 firmas en España que emoción, vamos a cambiar el mundo. ¿serán todos ellos parte del 23 por ciento de españoles desempleados?
Caray lo único que me da coraje es ver letras lanzadas a nimiedades, las manifestaciones afuera de las plazas a las que nunca he ido.
¿No habría que cambiar el mundo en un orden lógico?
De todos los males de este mundo los idiotas a los que nos gustan los toros somos seguramente de los más pequeños.
Que estupidez dedicarle tiempo a quejarse de la “fiesta brava” cuándo el mudo se nos cae a pedazos.
Argos, primeramente, muchas gracias por el comentario.
EliminarPor otro lado, creo que te dejaste llevar por tu gusto a los toros, y te sentiste aludido con la burla vertida en esta entrega. Si te das cuenta, el abogado para este caso no es más que un cantante hidrocalido, totalmente ajeno a la reflexión y al análisis, y que solo se dedica a cantar unas veces estupideces, y unas más cosas serias, pero nunca con el análisis a fondo de lo que se critica.
A esto es, definitivamente, lo que le llamo burla.
La burla, pues, no pretende enseñar a nadie, solo quejarse de algo o alguien. El hecho de que los toreros parezcan homosexuales no ayuda nada en la reflexión, pero funciona como burla. Lo del cambio de nombre a la estación del metro no me indigna, solo que me parece bastante estúpido que se le honre a un carnicero de esa manera.
Lo de las firmas no "cambia al mundo", pero fue suficiente para modificar una ley, aquella que beneficia a los antitaurinos.
De una u otra manera, el hombre, en cuanto a que es un ser pensante, social, sentimental y libre, es capaz de crear problemas quizá donde no los hay (entiendo que minimizas esto porque hay "cosas más importantes"). Pero esa misma libertad es la que permite tocar este y cualquier tema, ya sea de manera seria o a modo de burla, tal como fue mi caso.
El mundo se cae a pedazos pero, de una u otra manera, podemos considerarnos culpables, sobre todo cuando nos mostramos inhumanos e indiferentes ante el sufrimiento ajeno, ya sea humano o animal. La base de la mejora es la moral,y esta conlleva muchas de las nimiedades que mencionas.
Saludos.